Sobre la capacidad de nombrar / The capacity for naming thinks

El mundo es grande. La vida, escasa.

El hombre mide las cosas según su tamaño y deseo. Es el único que tiene la audacia de nombrarlas. Las cosas son o no son según se miran y se nombran.

Nombrar es la primera voz del deseo, pero hace falta que lo deseado tenga nombre.

Cajanegra (detalle)

Entonces será sagrado. Amando, marcamos y elegimos. Odiando, mudamos los nombres constantemente.

Los calígrafos de la luz titubean ante lo cambiante. Cuando les engaña la certeza, trazan, siegan. Tras ellos, los cronistas de la luz espigan, ordenan y exhiben sus fardos como muestra del crecimiento de su universo.

Según los cronistas, hay calígrafos que enloquecen persiguiendo el trazado de su amor.

En ciertas épocas, las circunstancias contribuyen a la evolución de la caligrafía, y abren los caminos hacia el claro. En otras, por condiciones generales o por cuestiones particulares, tan sólo afloran seudónimos.

El recién nacido sale a la luz. Conforme va madurando, fatalmente la adultera. Muchos creen hallar un nombre y lo exponen. Muchísimos, confundidos por su entusiasmo, lo suscriben. Casi nadie conserva la capacidad de nombrar hasta sus últimos momentos.

10-01-2006

THE CAPACITY FOR NAMING THINKS

The World is big. Life is short.
Man measures things in relation to his own size and desire. He is alone in being audacious enough to actually give them names. Things exist or do not exist depending on how they are seen or named.
Naming something is desire´s first voice, but the object of  that desire  has to have a name. Then it becomes sacred. When we love, we brand and select things. When we hate, we always silence names.

Calligraphers of light hesitate when faced with change. When certainly tricks them, they make that line, their scythe cuts. The chroniclers of light come behind, gathering, ordering, then exhibiting the bales to show how their universe is growing.

According to the chroniclers, some calligraphers go mad trying to capture the outline of their love.
At certain times, circumstances, contribute to the evolution of calligraphy, and open up roads to all that is clear. In others, whether through general circumstances or for specific reasons, the only things that floursih are pseudonyms.

A baby is born into the light. As it matures, that light becomes critically diluted. Many believe they have found a name, and they show it off. Too many others, blinded by their enthusiasm, support their discovery. There is almost nobody who can retain the capacity for naming things right up to their last moments.

This is for them.
10-01-2006